domingo, 9 de agosto de 2015

El Pájaro.

Una vez me enamoré de un Pájaro. El Pájaro que me observaba en silencio y con ternura. Fue muy breve el tiempo que yo pude contemplarlo.
Cantamos juntos una noche, una sola, y otras cosas que (lamentablemente) no puedo recordar.
Días después lo vi partir con la convicción de que íbamos a reencontrarnos pronto. 

Pasó el tiempo y sin querer convertí esa noche borrosa en miles de posibilidades, en encuentros románticos y casuales, en vuelos compartidos, en abrazos alados.
Un año pasó, y ese pájaro sigue en algún lugar. Recordando, quizás, una sola noche sonriente o ni siquiera recordándola. ¿Me habré enamorado del Pájaro? ¿ O me enamoré de como voló, y me dejó libre de imaginar todas las historias que quisiera? Ese amor me dura hasta hoy, y ya ni yo sé si en realidad existe. 

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